nuestros valores

#1 Cliente en mayúsculas

La prueba del algodón

Servir confiando

"People don’t care how much you know until they know how much you care"
Theodore Roosevelt
26o Presidente de los EEUU

La prueba del algodón

  • Primero pensamos en el Cliente, luego en nuestra empresa, en nuestro equipo y en último lugar en nosotros mismos. Trabajamos en pos del beneficio del Cliente a largo plazo. No lo podemos garantizar, pero hacemos todo el esfuerzo para obtenerlo. Las finanzas tienen una importancia enorme para las personas y las empresas. Los ahorros de las personas y de las familias y los recursos que las empresas y entidades públicas necesitan para su desarrollo son sagrados para nosotros, y gestionarlos supone una gran responsabilidad. Actuamos siempre con prudencia y sensatez.
  • Decidir si algo puede ser beneficioso para el Cliente no siempre resulta fácil. Nos preguntamos siempre: “¿Recomendarías esto a un familiar o a un buen amigo?” Si tenemos dudas, las comentamos abiertamente. Defendemos con coraje aquello que creemos que es lo mejor, intentando argumentar con respeto y convicción. La última palabra la tiene, por supuesto, el Cliente.
  • Asesoramos y actuamos solo cuando el Cliente entiende con profundidad el contexto de su inversión. Solo personas plenamente conscientes de su situación vital pueden invertir bien sus ahorros. Por ello, nos interesa la persona en todas sus vertientes, con sus necesidades, ambiciones, sueños y miedos.
  • Como señal de respeto, la palabra Cliente siempre la escribimos en mayúscula.

Servir confiando

  • Lo que nos mueve es el genuino deseo de servir, no la posibilidad de ganar un mayor margen financiero.
  • Alcanzamos nuestro propio éxito cuando actuamos con lealtad y honestidad en beneficio del Cliente, tenemos toda la confianza y la convicción de que nuestras actuaciones redundarán en una situación financiera próspera y sostenible.
  • Seleccionamos a nuestros Clientes de forma consciente. Elegimos a quienes podemos dar un servicio exquisito, a quienes comparten nuestros estándares éticos y aprecian nuestros valores.
  • Ofrecemos nuestros servicios sólo si tenemos las habilidades, los conocimientos y los medios para hacerlo bien. En caso contrario, declinamos el negocio y recomendamos a alguien que lo pueda hacer mejor.
  • Evaluamos con mucha atención los riesgos que asumimos. Nuestra propia salud financiera es sumamente importante. Si intuimos dificultades, sabemos reaccionar rápidamente. Una empresa en dificultades no puede servir adecuadamente, y menos en el sector financiero.